Otro proyecto realizado para el sector alimentario ha sido el diseño y construcción de una planta depuradora de aguas residuales en la Garrotxa.
Esta planta, que se ha ideado para un caudal de 350 m3/dia, incluye las etapas de tratamiento siguientes: desbaste tipo tamiz de escalera, la homogeneización con aireación por difusores, un tratamiento físico-químico por flotación y la deshidratación por medio de un decantador centrífugo.
La solución diseñada tenía como objetivo cumplir con la normativa de vertidos a la red de saneamiento municipal y, además, la ejecución de la planta se ha llevado a cabo en 3 meses, un timing muy ajustado.


